Generalmente lo dice la madre a la hija enamorada (aunque bien sabemos que nunca hay un hombre bueno para su hija), que pretende casarse con un hombre que no tiene suficiente dinero para atender sus necesidades. Y quiere decir que por más amor que exista entre dos personas, si no hay dinero, el afecto no perdurará en el tiempo.
Dicen que el amor de pareja lo acepta todo, si las dos personas se convierten en una sola, si son dos almas gemelas, que se casan y permanecen juntas hasta la muerte… Pero también hay una famosa frase, que indica “amor con hambre no dura”, y parece ser cierta cuando exploramos las razones económicas de peso en el divorcio.
Muchos hemos escuchado esta frase en los labios de madres y abuelas cuando hablan sobre una pareja enamorada. Probablemente algún joven desafortunado la habrá escuchado como la respuesta de un padre a una petición de mano, pues por muy bella que sea la ilusión, la realidad acaba con todo, como el agua a un castillo de arena.
Aunque suene poco romántico, la principal viabilidad del matrimonio en la actualidad es financiera, especialmente en economías en crisis o recesión, donde el entorno exige que la “sociedad matrimonial” genere ingresos suficientes para compensar la inflación, escasez y todos los desequilibrios macroeconómicos que se presenten. Si alguno de los dos en la pareja está desempleado o genera ingresos insuficientes, se incrementa la probabilidad de “ruptura del encanto” por parte del otro, pues el esposo o esposa que percibe más ingresos o que está empleado siente toda la carga financiera del hogar y de la familia, lo que termina afectando negativamente sus emociones por el otro, de mantenerse por mucho tiempo el desequilibrio económico del hogar.
Fuente: http://www.inspirulina.com/amor-con-hambre-no-dura-razones-economicas-del-divorcio.html ;
http://erikatipoweb.com/amor-con-hambre-no-dura/
Una contraparte de peso a este refrán pudiera ser la siguiente reflexión del poeta Federico García Lorca;
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